¿Qué es un equipo autogestionado?
Los equipos autogestionados son grupos de empleados que tienen la responsabilidad y autoridad para tomar decisiones clave sin la necesidad de supervisión constante. A diferencia de los equipos tradicionales, estos equipos planifican, organizan y controlan su propio trabajo, lo que les permite realizar sus tareas de manera más rápida y eficaz.
Por ejemplo, un equipo tradicional notifica a su jefe diariamente o semanalmente las actualizaciones de sus tareas y le pide continuamente feedback sobre su desempeño, mientras que un equipo autogestionado adopta un enfoque mucho más individual. En otras palabras, no necesita (tanta) orientación de un líder.
¿Cómo funciona un equipo autogestionado?
En ausencia de la guía de un director, los miembros de los equipos autogestionados asumen la responsabilidad total de su trabajo y sus procesos. Las tareas que típicamente recaen en los directivos, como las evaluaciones de rendimiento, la implementación de procedimientos operativos y las contribuciones estratégicas a la empresa, son gestionadas por el equipo autogestionado.
Por lo general, estos equipos son más pequeños y cada miembro tiene roles claramente definidos. Trabajan en conjunto para cumplir sus objetivos compartidos y superar los desafíos, con el objetivo de alcanzar sus metas o resultados ideales.
Estos equipos prefieren un enfoque más preciso y concreto en sus reuniones, evitando llamadas diarias o debates semanales programados sobre el proyecto. Como se necesita cierto liderazgo en estas reuniones, suelen designar a un facilitador para dirigir el debate, aunque este rol puede rotar entre los miembros del equipo en cada encuentro.
Los equipos autogestionados suelen insertarse en entornos de trabajo colaborativos, creativos e híbridos. Algunas organizaciones pueden adoptar este tipo de equipos por necesidad, ya que quieren reducir su tamaño y eliminar la necesidad de gerentes o supervisores.
Diferentes tipos de equipos autogestionados
Conocer los tipos de cultura organizacional te ayudará a determinar qué tipo de equipo autogestionado puede beneficiar más a la empresa. En general, existen 3 tipos de equipos autogestionados.
1. Equipo autogestionado completamente autónomo
Este tipo asume toda la responsabilidad por los resultados obtenidos, ya que sus miembros del equipo trabajan sin supervisión directa. Por lo tanto, el compromiso con el proyecto debe ser sólido y los empleados deben estar muy alineados con la visión y los valores de la empresa.
Cada miembro se involucra en todos los aspectos del trabajo desde el principio hasta el final: reciben retroalimentación diaria sobre el desempeño del equipo y pueden ver el resultado final de sus esfuerzos.
Una clave para crear un equipo autogestionado completamente autónomo es incluir empleados con habilidades técnicas, funcionales e interpersonales complementarias. Esto les permite resolver los desafíos diarios y encontrar un entendimiento mutuo.
2. Equipo autogestionado con supervisión mínima
Aunque este tipo de equipo autogestionado toma la mayoría de las decisiones diarias, cuenta con el apoyo de un supervisor flotante. En otras palabras, este tipo de equipo se apoya ocasionalmente en un supervisor para desbloquear un proyecto o tomar decisiones finales.
3. Equipo autogestionado temporal o de resolución de problemas
Un equipo autogestionado temporal se centra en un problema específico y busca solucionarlo en un plazo determinado. Este tipo comparte las características de los equipos anteriores, pero enfrenta una mayor presión debido al tiempo limitado para resolver el proyecto.
5 ventajas del equipo autogestionado
1. El desarrollo de nuevas habilidades
Participar en un equipo autogestionado brinda a los empleados la posibilidad de desarrollar habilidades que aún no han explorado por completo. Tienen la oportunidad de rotar entre diversas funciones, lo que les permite aprender de sus colegas y adquirir competencias totalmente nuevas. Esto lleva automáticamente a una mayor innovación en la empresa.
2. Liderazgo
Los miembros de los equipos autogestionados tienen la valiosa oportunidad de ampliar y fortalecer sus habilidades de liderazgo. Aunque muchos empleados no puedan desarrollar estas habilidades en sus roles habituales, participar en estos equipos más pequeños les da la posibilidad de liderar.
3. Especialización
Como los equipos autogestionados suelen ser más pequeños, cada miembro del equipo tiene una mayor participación en la estructura de equipo convencional. Asumen responsabilidad por su rol y obtienen una comprensión más profunda del trabajo de sus compañeros, del proceso y del producto final. De esta manera, los miembros pueden convertirse en expertos y pueden perfeccionar habilidades particulares.
4. Motivación y compromiso
El simple hecho de sentirse parte de un equipo puede incrementar significativamente la motivación, y esa motivación se amplifica cuando se trabaja hacia un objetivo común. Dado que la responsabilidad individual recae en cada miembro, se sienten más impulsados a desempeñar mejor su trabajo y asegurar el éxito del equipo en su totalidad.
5. Rentabilidad
Dado que los equipos autogestionados son más eficientes y productivos, ahorran tiempo y dinero a la organización. Además, las empresas pueden reducir los costos asociados con la contratación, formación y retención de un supervisor o gerente, reasignando esos fondos a otras áreas de la empresa.
¿Cómo preparar a los líderes para equipos autogestionados?
Aunque los equipos autogestionados operan sin un líder interno que dirija sus actividades diarias, el rol del liderazgo sigue siendo fundamental para su éxito. Es crucial que los líderes confíen plenamente en sus equipos, abandonando el estilo de gestión tradicional y cediendo el control a los empleados. Esta confianza es esencial para que el equipo pueda funcionar de manera autónoma.
El papel del líder externo
En algunas organizaciones, los equipos autogestionados cuentan con un líder externo que actúa como intermediario entre el equipo y la dirección ejecutiva. Esta persona tiene la responsabilidad de asegurar el éxito y el rendimiento de uno o varios equipos autogestionados. Esto es un desafío, ya que el líder externo tiene que guiar al equipo hacia sus metas sin sobrecargarlo con control excesivo o microgestión.
Una de las metas más importantes de un líder externo, es crear un equipo donde hay mucha confianza, construyendo relaciones sólidas en un equipo y entre diferentes equipos. Una vez establecidas estas relaciones de confianza, el líder externo puede ayudar al equipo a interactuar directamente con la dirección, permitiéndole reducir su propia participación y adoptar un papel menos invasivo.
La transparencia también es clave. Los líderes deben compartir información crucial con sus equipos para fomentar la confianza y garantizar que estén alineados con los objetivos de la organización.
¿Cómo desarrollar un equipo autogestionado?
Transitar de una estructura jerárquica tradicional a equipos autogestionados puede ser un desafío para muchas organizaciones. Para ayudarte, te damos algunos simples pasos que puedes seguir.
1. Selecciona el personal adecuado
Es crucial elegir empleados que no solo tengan las habilidades necesarias, sino que también posean una fuerte ética de trabajo y cualidades como el espíritu de equipo, la auto-motivación, la comunicación eficaz, el conocimiento de sí mismo, el liderazgo.
2. Define metas claras
El equipo entero debe tener una comprensión clara de los objetivos y metas de la organización. Esto incluye no solo los objetivos a largo plazo, sino también metas a corto plazo que sean alcanzables y medibles. La claridad en los objetivos ayuda a los equipos a mantenerse enfocados y alineados con la visión de la empresa.
3. Asigna los recursos necesarios
Una vez seleccionado el equipo, es importante proporcionar capacitación adecuada. Es posible que algunos empleados requieran capacitación técnica específica para un proyecto o formación para trabajar en un equipo autogestionado (por ejemplo un curso sobre resolución de conflictos). Si los miembros del equipo no están familiarizados entre sí, se pueden organizar actividades y eventos de integración para fomentar la confianza mutua y mejorar la comunicación entre ellos..
4. Fomenta una cultura de confianza y equilibrio
Es crucial que todos los miembros del equipo reciban un trato justo y una compensación equitativa. En los equipos autogestionados, existe el riesgo de que surjan desigualdades salariales. La empresa debe garantizar que cada integrante del equipo aporte lo esperado, se sienta respaldado y tenga acceso a las mismas oportunidades.
Además, es crucial fomentar una cultura de confianza y respeto mutuo para crear un entorno en el que los equipos puedan prosperar. Los empleados siempre deben sentir que sus acciones son valoradas.
5. Evalúa el rendimiento
Aunque los equipos autogestionados no requieren supervisión constante, es fundamental realizar revisiones periódicas del rendimiento para evaluar su avance. Esto no implica una supervisión constante, sino más bien una revisión periódica para asegurarse de que el equipo esté en el camino correcto y para proporcionar apoyo cuando sea necesario.
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Conclusión
Los equipos autogestionados representan una evolución significativa en la forma en que las empresas pueden estructurar sus equipos para maximizar la eficiencia y la innovación. Al empoderar a los empleados, fomentar la colaboración y crear un entorno que promueva la innovación, las empresas pueden mantenerse competitivas en el mercado actual. Aunque la implementación de equipos autogestionados puede presentar desafíos, los beneficios potenciales hacen que valga la pena el esfuerzo. ¿Estás preparado para construir un equipo que brillará como oro?