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Actualizado en: Carin Vreede
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Última actualización: 3 septiembre 2024
¿Te imaginas poder ofrecerle a tu equipo la posibilidad de salir temprano del trabajo y poder disfrutar de la tarde libre? ¿Y todo eso sin consecuencias negativas para el desempeño dentro de la empresa? Esto puede ser la realidad de tus empleados gracias a la jornada intensiva (o jornada continua), un modelo laboral que cada vez más empresas y trabajadores adoptan con entusiasmo. Lejos de ser una moda pasajera, la jornada intensiva está demostrando ser una herramienta poderosa para mejorar la productividad, la satisfacción de los empleados y el éxito empresarial. ¿Suena bien, verdad?
¿Cómo funciona la jornada intensiva?
La jornada intensiva, también llamada jornada continua, implica trabajar intensivamente sin pausas largas, lo que permite concluir la jornada laboral más temprano. A veces se cree que no hay pausas, pero sí las hay : la ley establece un descanso obligatorio de 15 minutos después más de seis horas de trabajo continuo, lo que se considera un tiempo de trabajo efectivo.
Es fundamental distinguir la jornada intensiva de otros modelos como la semana laboral de 4 días o la jornada partida tradicional. En esta última, se asignan entre una y dos horas de descanso (dependiendo de la empresa) para almorzar o descansar. Este tiempo no se cuenta como trabajo efectivo y, por lo general, la jornada laboral termina entre las 18h00 y 19h00. La jornada intensiva, en cambio, concentra todas las horas de trabajo en un solo bloque, generalmente por la mañana, comenzando sobre las 8h00 y finalizando sobre las 15h00. Este horario permite a los empleados tener las tardes libres, facilitando una mejor conciliación entre su vida laboral y personal.
Los diferentes tipos de jornadas intensivas
Aquí compartiremos los 3 tipos de jornadas intensivas que son más utilizados.
La jornada intensiva de verano
La jornada laboral intensiva es específicamente interesante durante los meses calientes del verano. Por lo tanto, este tipo de jornada continua es el que más aparece en los convenios colectivos : el 60% de las empresas en España tienen una jornada intensiva en verano (según datos Instituto Nacional de Estadística). Trabajar por la mañana y tener la tarde libre para evitar el trabajo en altas temperaturas, resulta ser mucho más efectivo.
Normalmente se considera el período de verano entre el 1 de junio y el 30 de septiembre. Las fechas de inicio y finalización pueden variar, abarcando desde dos meses hasta los cuatro completos.
Este modelo permite a los trabajadores de trabajar menos horas en verano, por ejemplo de las 8h00 hasta las 15h00. Para compensar las horas faltantes, normalmente se trabaja más horas en otros períodos del año.
La jornada intensiva los viernes
Existen empresas que prefieren aplicar la jornada intensiva el último día de la semana. Para lograrlo, generalmente se trabaja de manera completa de lunes a jueves (por ejemplo de las 9h00 hasta las 18h30, con una pausa más larga para comer), mientras que los viernes se adopta una jornada continua que permite salir un par de horas antes (por ejemplo un horario de las 9h00 hasta las 15h00).
Algunas empresas optan por agregar media hora a cada jornada de lunes a jueves para compensar, mientras que otras mantienen el horario normal y ofrecen este beneficio como parte de su estrategia de marca empleadora.
La jornada intensiva durante todo el año
Los expertos consideran la jornada intensiva como una de las mejores formas de aumentar la productividad y mejorar el ambiente laboral en la empresa. Por esta razón, muchas organizaciones implementan una jornada intensiva durante todo el año.
En estos casos, la jornada intensiva se aplica anualmente, dependiendo de lo que permitan el convenio colectivo o el sector en cuanto a la distribución de tareas. Generalmente, las jornadas comienzan más temprano (alrededor de las 8h00) y terminan dos horas antes (alrededor de las 16h00), aunque esto varía según la carga horaria estipulada en cada convenio.
Las ventajas de la jornada intensiva
Más concentración resulta en más productividad
Uno de los mayores mitos en el mundo laboral es que más horas de trabajo equivalen a mayor productividad. Sin embargo, estudios han demostrado que esto no es necesariamente cierto. De hecho, la fatiga y la falta de motivación pueden hacer que las horas extra sean menos efectivas. La jornada intensiva, que generalmente implica trabajar entre siete y ocho horas continuas sin una pausa larga para almorzar, desafía este mito al centrarse en la eficiencia y la concentración durante un periodo más corto y continuo.
Por ejemplo, en países como Suecia y Alemania, donde se han implementado pruebas de jornadas laborales más cortas, los resultados han sido sorprendentes. Las empresas reportan niveles más altos de productividad y empleados más felices y menos estresados. La clave está en la concentración. Al reducir las distracciones y pausas innecesarias, los trabajadores pueden dedicar su energía a completar tareas de manera más efectiva.
Empleados más satisfechos resulta en una mejor reputación
Más allá de la productividad, la jornada intensiva también tiene un impacto significativo en la satisfacción y el bienestar de los empleados. La posibilidad de terminar la jornada laboral temprano permite a los trabajadores equilibrar mejor su vida profesional y personal. Esto no solo mejora la calidad de vida, sino que también aumenta la lealtad y el compromiso con la empresa.
La jornada intensiva también puede ser un gran atractivo para la retención de talentos. En un mercado laboral competitivo, ofrecer un horario flexible puede diferenciar a una empresa de sus competidores. La satisfacción de los empleados tendrá un impacto positivo en la percepción de los futuros colaboradores, posicionando a tu empresa como un excelente lugar para trabajar.
Los desafíos de la jornada intensiva
Inconvenientes con los clientes y socios
Uno de los principales desafíos es la coordinación con clientes y socios que operan con horarios tradicionales. Para enfrentar este desafío, algunas empresas han implementado sistemas de turnos o han asignado ciertos días de la semana para reuniones y actividades que requieren más coordinación externa.
La gestión del tiempo
La jornada intensiva requiere una mayor disciplina y organización por parte de los empleados. Las empresas pueden apoyar a sus trabajadores ofreciendo formación en gestión del tiempo y herramientas tecnológicas que faciliten la planificación y priorización de tareas. Existe software de gestión de proyectos que permite a los equipos coordinarse de manera más eficiente, asegurando que las tareas se completen a tiempo y que se mantenga una comunicación clara, incluso con un horario reducido.
La vuelta a la rutina normal suele ser difícil
Si la empresa trabaja con la jornada intensiva de verano, los empleados pueden tener dificultades a adaptarse otra vez a la rutina normal después del verano. En algunos casos, les puede generar estrés afectando su productividad y su salud. Sin embargo, si se apoya adecuadamente a los empleados en el cambio de horario, estas consecuencias podrían ser limitadas.
¿Cómo implementar la jornada intensiva?
Ni el Estatuto de los Trabajadores ni ninguna otra normativa establece obligaciones o derechos a la hora de implantar este tipo de jornada. Algunos convenios colectivos de ciertos sectores o empresas podrían establecer ciertas obligaciones respecto a su implantación. Sin embargo, y por norma general, son las empresas las que deciden aplicarla, porque resulte de interés para el desempeño de sus funciones. Si la jornada intensiva no se encuentra dentro del convenio colectivo, el departamento de Recursos Humanos será el encargado de su implementación de manera voluntaria.
Un paso muy importante es determinar qué tipo de jornada intensiva es más apriopriado para la empresa. También es posible que el sector de tu empresa no se ajuste a esta flexibilidad porque, por ejemplo, podría perjudicar relaciones con tus clientes o proveedores.
Hay que tener en cuenta la ley del control horario que existe desde 2019 en España : las empresas españolas están obligadas a realizar un registro de control horario. Para realizarlo de manera estructurada, se recomiende utilizar una plataforma que facilite esta tarea (por ejemplo el software de Factorial).
Conclusión
En conclusión, la jornada intensiva puede cambiar completamente el entorno laboral. Este modelo laboral prioriza la eficiencia, la satisfacción y el bienestar del empleado. En un mundo donde el equilibrio entre la vida laboral y personal es cada vez más valorado, la jornada intensiva puede ser la clave para un futuro laboral más saludable y productivo. ¿Crees que la jornada intensiva podría servir para tu empresa?
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