¿Cómo hacer una entrevista de trabajo? Guía completa para empleadores

La entrevista de trabajo es crucial en el proceso de selección de personal. No solo ayuda a evaluar las habilidades y aptitudes de los candidatos, sino que también es una oportunidad para transmitir los valores de tu empresa y sentar las bases de una relación laboral productiva y satisfactoria. Es sin dudas una de las tareas más importantes de los Recursos Humanos.

Pero, ¿cómo puedes realizar una entrevista eficaz que te permita identificar al candidato perfecto? En esta guía te explicamos cómo hacerlo paso a paso. ¡Sigue leyendo para descubrir nuestros consejos!

1. El arte de planificar la entrevista

Una buena entrevista de trabajo comienza mucho antes de sentarse con el candidato. La preparación es fundamental para garantizar que la conversación sea estructurada, eficaz y relevante.

Define el perfil ideal

Antes de convocar a un candidato para una entrevista, pregúntate: ¿Qué competencias y cualidades necesita el trabajador para desempeñar el puesto de trabajo? Haz una lista de habilidades técnicas y blandas que consideres imprescindibles. Por ejemplo, si buscas un encargado de logística, la organización podría ser una habilidad esencial.

Investiga sobre el candidato

Revisa su currículum y perfil de LinkedIn antes de la entrevista. Esto te permitirá hacer preguntas personalizadas y mostrar un interés genuino en su experiencia, lo que también ayuda a generar confianza. También puedes buscar al candidato en las redes sociales para hacerte una mejor idea de la persona.

Presenta una oferta clara y transparente

Con frecuencia, los reclutadores tienden a posponer la presentación de una oferta concreta hasta el final del proceso de selección o incluso después de varias entrevistas. Sin embargo, durante una primera entrevista es crucial que el candidato tenga claridad sobre lo que el puesto de trabajo requiere y las condiciones de compensación que se ofrecen, ya sea en términos salariales o beneficios flexibles. Omitir esta información puede generar una tensión innecesaria, dificultando que el entrevistado responda con la precisión que necesitamos para evaluar su idoneidad para el puesto.

Crea un ambiente cómodo

En cualquier entrevista de trabajo, es natural que los candidatos tienen estrés. Para obtener la información más relevante y sincera, es esencial crear un ambiente relajado y acogedor durante la conversación. Romper el hielo al inicio de la entrevista, establecer un diálogo amigable y generar un espacio de confianza son habilidades fundamentales para un entrevistador. Además, pequeños gestos como ofrecer una bebida, garantizar un lugar cómodo y asegurarse de que la conversación se desarrolle en un entorno privado crea una buena impresión y pueden marcar una gran diferencia en la experiencia del candidato y en la calidad de la información que comparta.

2. La introducción : rompe el hielo

Una entrevista de trabajo cuenta normalmente con tres partes : una introducción, un desarollo y un desenlace.

En la fase inicial, es recomendable comenzar con una conversación relajada para observar cómo se maneja el candidato en un entorno social. Esto permite evaluar aspectos como su comunicación no verbal, su carisma, su fluidez al expresarse, y posibles señales de nerviosismo. En este momento, es fundamental brindar al candidato toda la información clave sobre el puesto y formular algunas preguntas sencillas para ayudarle a sentirse más cómodo.

Por ejemplo, el entrevistador podría preguntar: “¿Cómo te enteraste de nuestra compañía?” o “¿Qué fue lo que más te atrajo de este puesto de trabajo?”. Estas preguntas no solo ayudan a disminuir la tensión, sino que también ofrecen la oportunidad de evaluar su interés genuino y su nivel de preparación.

2. El desarollo : ¿Qué preguntar a un candidato?

Las preguntas en una entrevista laboral pueden variar según el tipo de la compañía, su cultura, el estilo organizacional, el tipo de puesto y el método de reclutamiento. No es lo mismo evaluar a un candidato recomendado que a alguien seleccionado mediante un proceso estándar de búsqueda. Sin embargo, independientemente del contexto, hay ciertos aspectos esenciales que toda entrevista de trabajo debería abordar:

• Evaluar la formación profesional y académica del candidato (sus estudios).
• Profundizar en su experiencia laboral previa.
• Medir su conocimiento sobre la empresa y el sector en el que opera.
• Identificar sus motivaciones más allá de lo económico para aplicar al puesto.
• Entender sus expectativas respecto al rol que desea ocupar.
• Detectar las competencias clave que aporta como profesional.
• Analizar cómo enfrenta desafíos y situaciones adversas.
• Explorar sus habilidades interpersonales y su capacidad para integrarse en un nuevo entorno.
• Valorar cómo puede contribuir al equipo y a la organización.
• Examinar sus cualidades de liderazgo, si el puesto lo requiere.
• Observar cómo interactúa con superiores y colegas.
• Determinar su nivel de productividad y enfoque en la consecución de objetivos.

¿Cómo estructurar las preguntas?

Cuando diseñes tu guion para una entrevista laboral, asegúrate de incluir preguntas bien pensadas que aborden las siguientes áreas clave:

• Experiencia laboral
  Pregunta sobre sus logros anteriores y responsabilidades desempeñadas. Esto ayudará a determinar si el candidato tiene la experiencia adecuada para el puesto.
• Alineación con valores y misión
  Pregunta sobre su conocimiento de la empresa y si comparte los valores que esta promueve. Por ejemplo: “Qué aspectos de nuestra misión empresarial te parecen más interesantes?” o “¿Qué significa para ti trabajar en equipo?”.
• Compromiso con el puesto
  Enfócate en su interés por el rol específico. Preguntas como “¿Cómo manejaste un proyecto con plazos ajustados y horas extras requeridas?” te permitirán evaluar sus habilidades y capacidad de respuesta ante situaciones complicadas.
• Conocimiento de la industria
  Explora qué tanto domina el sector. Por ejemplo: “¿Qué opinas sobre las tendencias actuales en nuestra industria y cómo crees que podrían impactar nuestro negocio?”
• Personalidad y soft skills
  Incluye preguntas que revelen cómo interactúa con otros y maneja el trabajo en equipo. Preguntar “¿Cómo te describirían tus colegas?” puede ser una buena forma de obtener esta información.
• Detalles prácticos
  No olvides aspectos logísticos como disponibilidad horaria, expectativas salariales y permisos de trabajo, si corresponde.

Preguntas que deberías evitar

Como reclutador, es fundamental respetar tanto las normativas legales como los principios éticos durante una entrevista. Hacer preguntas que vulneren el derecho a la intimidad, fomenten la discriminación o contradigan las leyes laborales no solo es incorrecto, sino que también puede perjudicar la reputación de la empresa.

Por eso, tenemos que tener cuidado con los siguientes tipos de preguntas:

• Vida personal : por ejemplo "¿Estás casado?", "¿Tienes hijos?", "¿Cuál es tu orientación sexual"
• Creencias y valores : por ejemplo "¿Cuál es tu religión?, "¿Por quién votaste en las últimas elecciones?"
• Aspectos legales y financieros : por ejemplo "¿Has tenido problemas con la ley?", ¿Cuál fue tu sueldo en tu empleao anterior?"
• Edad y experiencia : por ejemplo "¿No crees que eres demasiado joven/mayor para este puesto?"
• Origen y entorno personal : por ejemplo "¿De dónde proviene tu familia? ¿Con quién compartes tu hogar?

Si sientes que necesitas hacer alguna de estas preguntas para saber si es el candidato ideal, intenta reformular las preguntas de otra manera más respetuosa. Por ejemplo, en vez de preguntar "¿Tienes hijos?", puedes optar por : "¿El horario de trabajo propuesto es compatible con tus responsabilidades personales?".

Preguntas trampa

Las conocidas “preguntas trampa” son aquellas que, aunque parecen casuales y espontáneas, están diseñadas estratégicamente para observar cómo un candidato reacciona ante situaciones inesperadas o incómodas. Este tipo de preguntas permite al entrevistador ir más allá de las respuestas estudiadas y guiones memorizados, revelando aspectos auténticos de la personalidad del entrevistado.

Por ejemplo, una pregunta como "Si fueras un postre, ¿cuál serías y por qué?". Esta pregunta no tiene una respuesta "correcta". En cambio, lo que busca es evaluar el sentido del humor, la creatividad, la adaptabilidad ante cambios inesperados y la habilidad oara asociar conceptos e ideas.

Una respuesta detallada con analogías y metáforas puede evidenciar una mente ágil y creativa. Por otro lado, una respuesta breve y directa puede reflejar capacidad de síntesis. En cambio, alguien que se quede en silencio o parezca desorientado podría mostrar dificultades para enfrentar situaciones imprevisibles.

3. El desenlace : cerrar la entrevista profesionalmente

Un aspecto clave que no debe pasarse por alto al cerrar una entrevista de trabajo es garantizar que el candidato salga con claridad sobre los pasos siguientes. Esto implica informar sobre una fecha estimada para recibir una respuesta, ya sea positiva o negativa, y especificar el medio por el cual se le contactará, como una llamada telefónica o un correo electrónico.

Es posible que durante los primeros minutos de la entrevista, o incluso al finalizarla, te des cuenta de que el candidato no encaja con el perfil buscado. En estos casos, es fundamental gestionar la situación con profesionalismo y tacto. Te recomendamos que evites dar una respuesta inmediata, ya que comunicar una decisión negativa en el momento podría resultar brusco o incómodo para el candidato. Por otro lado, tampoco es conveniente prolongar innecesariamente la espera. Aunque es fundamental mostrar consideración, también es importante respetar el tiempo del candidato. Si la respuesta es negativa, comunícala con la mayor rapidez posible, asegurándote de cuidar tanto el tono como la forma del mensaje.

Por último, pero no menos importante, recuerda siempre expresar tu agradecimiento al candidato. Un simple “Gracias por venir” o “Agradecemos que te hayas tomado el tiempo para hablar con nosotros” puede marcar la diferencia en cómo el candidato percibe tu empresa. Estos pequeños gestos de cortesía refuerzan una imagen positiva y profesional.

4. Evaluar la entrevista de trabajo

Una vez que hayas concluido las entrevistas, es hora de analizar detenidamente toda la información recopilada y proceder a tomar una decisión fundamentada.

Aplica un sistema de puntuación

Elabora una lista con los criterios clave para el puesto y asigna una puntuación a cada entrevistado según su desempeño en esos aspectos. Este enfoque te permitirá realizar una evaluación objetiva y basada en datos, eliminando posibles sesgos durante el proceso de selección.

Más allá del currículum

Recuerda que las habilidades técnicas no lo son todo. Aspectos como la actitud, la capacidad de adaptación y la afinidad con la cultura de la empresa son fundamentales para asegurar una colaboración sólida y exitosa a largo plazo. Un candidato puede aprender nuevas habilidades, pero los valores y la mentalidad suelen ser más difíciles de moldear.

Asegúrate de evaluar el conjunto completo de competencias y cualidades personales antes de tomar tu decisión final. Un enfoque equilibrado entre habilidades y valores humanos puede marcar la diferencia en el éxito del nuevo integrante de tu equipo.

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Conclusión

Realizar una entrevista de trabajo eficaz es un arte que requiere preparación, atención al detalle y un enfoque centrado en las personas. Al planificar cuidadosamente cada etapa del proceso y utilizar técnicas que promuevan un diálogo significativo, no solo seleccionarás al mejor candidato, sino que también reforzarás la reputación de tu compañía como un lugar atractivo para trabajar. ¡Pon en práctica estos consejos y lleva tus entrevistas al siguiente nivel!